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Viaje al centro de la Península de Yucatán: Cenote Maya

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Don Crisanto es un chamán Maya, originario de Valladolid, Yucatán, ha hecho ceremonias mayas desde los 12 años de edad pues es un conocimiento que se transmite de generación en generación. Es un hombre sencillo, lleno de humildad, lo noté cuando me acerqué a ver el altar que preparaba con don Eligio para llevar a cabo un ritual dentro del Cenote Maya y comenzamos a conversar.

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Don Crisanto y su ayudante, don Eligio preparaban el altar.

Era una mesa mediana adornada con arcos y flores. Dice don Crisanto que estos son la invitación a la gente para que se acerque. Sobre la superficie del mueble había cuatro papas en forma de cruz, “representa los cuatro puntos cardinales, no es la cruz católica, es una cruz espiritual”, me explicó. También había en vasijas pequeñas maíz, semilla de calabaza, frijol, arroz, copal; seis velas –que dijo– significan el sol que nos da energía y a quien todas las mañanas debemos agradecer además del aire que nos mantiene vivos.

Había una hoja santa que simboliza el perfume de la vida; dos cebollas que representan a la tierra, nuestra madre y quien nos nutre. Al igual fungen como un elemento que recoge y aleja la mala energía. Te preguntarás “¿todo eso para qué y en dónde?”

He ahí la belleza: en el Cenote Maya, considerado el más grande de la Península de Yucatán por sus 80 metros de diámetro. Al que desciendes y te deja anonadado por el color del agua, jade, y las estalactitas –rocas– que penden. Imagina el olor a copal, que además don Crisanto llevaba, en ese centro de la tierra de ensueño, y el agua refrescante en el que se realizó un ritual de purificación antes de escuchar el concierto de la Camerata de Cancún para celebrar el cuarto aniversario de Alltournative.

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Un concierto que alrededor de 300 personas disfrutaron.

Al estar dentro pierdes la noción del tiempo. Quizá fueron tres horas. El traslado de Playa del Carmen hasta el parque fue de dos horas. Aunque en el camino aparentemente no hay mucho que ver, saber que avanzas entre la selva y aprecias el verde de ésta y el cielo tan limpio, el viaje no te aburre. Erik, nuestro amable guía, nos platicó el significado de algunas palabras en maya así como las variantes de esta lengua en México, Guatemala y Belice. Cuando avanzábamos por pequeños pueblos, también nos daba referencias que caracterizan a las comunidades.

Bienvenidos al parque Cenote Maya

¡Qué concepto y lugar tan bonito! Para llegar al área de los lockers y guardar tu mochila, el camino está lleno de plantas que han sido colocadas en objetos reciclados: llantas, botellas de plástico, una lancha, latas… La comunidad maya recicla y reutiliza. Todo está limpio, bien trazado; hay un bazar (El Mercadito) de artesanías, lleno de colores: hamacas, calaveras, pirámides, diablitos, máscaras de luchadores, accesorios con imágenes de Frida Kahlo o la Virgen de Guadalupe, muebles, cacao y productos hechos de éste, collares, y mucho más. Todo esto junto a un bar en donde al salir del cenote puedes disfrutar de una mayarita (una margarita, pues) que hasta podría llevar habanero, el chile emblemático de esta región.

De ceremonias mayas y rock…

Poco después del medio día, ya que los turistas habían tomado su lugar en el agua –sí, digamos su ‘salvavidas como asiento–, inició don Crisanto en una parte superior de la cueva. Cuando él terminó, el rock no se hizo esperar y los músicos de la Camerata de Cancún tocaron desde Hey Jude de The Beatles, We are the champions de Queen, Dust in the wind de Kansas hasta One de U2 y muchas más, reconozco que Piece of my heart de Janis Joplin me sacudió.

Mientras la gente flotaba, se lanzaba por la tirolesa y divertía, las melodías continuaban.

Hora de comer

Cuando la música terminó, fuimos a comer. El recorrido que Alltournative ofrece es completísimo porque ya te incluye el bufé: comida realmente típica que las mujeres mayas preparan: cochinita, pollo al pibil, quesadillas de pollo, chayitas (una especie de tortilla chica que lleva chaya), arroz, frijoles, picadillo, agua fresca, por supuesto salsa con habanero –ampliamente recomendable–, tortillas hechas 100% a mano.

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Las mujeres mayas de Uspibil, Chechmil, Xcohuó y Yalkoba, cocinan para los visitantes.

*Tip: a las quesadillas añádanle la combinación de repollo o col morada con cilantro que ahí encontrarán, claro sin que falte la salsa, ¡qué delicia!

Además, tengan la confianza de que los ingredientes son totalmente orgánicos porque ahí los siembran y cosechan, compruébenlo recorriendo su gran y bello huerto: papaya, jitomate, hierbabuena, cilantro, ¡piña! Y lo que ya no alcancé a ver.

Fin del recorrido

La organización y el trato que tienen los guías con los visitantes así como quienes trabajan dentro del parque es cordial siempre. Así que si te hospedas en Cancún, Playa del Carmen, Tulum u otro punto de la Riviera Maya, Cenote Maya es imperdible.

¿Ya lo visitaste? Cuéntanos qué te pareció, sino aquí te compartimos una galería de fotos de nuestra experiencia.

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Agradecemos todas las facilidades que nos dieron para realizar este artículo. ¡Gracias Alltournative por esta increíble experiencia y  que sigan los éxitos!

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